¿Que habría pensado esa gente vestida de militar cuando sonaban las sirenas en las ciudades, y tenían que dejar a sus “mujeres” a su hijxs, sus autos, la “comodidad” de su casa? Habrán sentido ese vomitivo sentimiento patriótico? Habrán pensado que iban a dejar su carne fétida y muerta por campos enteros defendiendo a un país que no les pertenecía? Habrán pensado en las caras de esos señores y señoras que ocultos en sus gigantes casas, puestos en el senado, apretaban los botones que hacían sonar las sirenas?
Ya no importa mucho, su carne estaba regada por los campos, las flores crecían através de manchas fétidas de sangre, los gusanos y otros seres se alimentaron de sus cuerpos patrióticos, de sus sueños de victoria, de aplastar al enemigo (japoneses, alemanes, italianos, da igual, todos tenían los mismos huesos y su mierda olía muy similar).
En todos los países se levantaron muros para recordar a esa gente, alguien escribió sus nombres en las piedras, pero sus cuerpos no están ahí, ni si quiera parte de sus cuerpos, porque los países que ellos defendían no los fueron a buscar trozo por trozo a los campos, se limitaron a dejar flamear su bandera y publicar en los periódicos hermosos himnos a los valientes soldados, esos valientes que lloraron a escondidas, que fueron muertos por la espalda cuando iban escapando o se escondían en la maleza, a esos valientes que se mearon y cagaron de miedo al sentir las balas, a esos valientes que en un momento pensaron <<>> … Esos valientes habrían querido que sus países de hombres y mujeres libres, construyeran esos muros mucho antes, para poder haberse escondido.. y que eso muros ya tuvieran sus nombres, porque antes de morir la mayoría debe haber sentido que estaban muertos antes de comenzar la guerra.
Escrito por un compañero.
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