Hay dos formas de decirlo, su hijo peso tres quilos seiscientos, varón, con buenos reflejos, saludable, es una. La otra, su hijo nació para obedecer, para consumir, para vender su vida en un trabajo, no sin antes haber sido adoctrinado en una escuela, siendo maltratado por la policía para aprender a obedecer, corriendo el riesgo de terminar preso en una cárcel o un hospital psiquiátrico, su hijo nació muerto… en vida.
Eso es lo que me dijo el medico en una pesadilla, que había empezado mucho antes, pero nunca vi claramente, me desperté con contracciones, las mas fuertes que había sentido hasta ahora, este iba a ser mi primer bebe, así que no sabia ni me imaginaba como se sentía eso. Eran las 10 de la mañana, un 25 de enero, una tormenta bastante ruidosa se acercaba presuntuosa, vos parecías decirme lo que tenia que hacer, camine al hospital que quedaba a pocas cuadras, cuando llegue las contracciones pararon, pero me dijeron que me convenía quedarme, efectivamente, a las 3 horas empezó el trabajo de parto, y después de unas 2 y media y un desgarro bastante importante naciste, un bebe sano de tres quilos seiscientos, como en el sueño, tu carita conoció el látex de los guantes antes que la teta de tu mama.
Supe mucho menos que vos a los 7 años, pero es urgente que sepas de donde viniste, hice lo que pude para darte algo mejor, pero vi tu asombro mirando por la ventana, y te lo confirmo, lo que acabas de ver fue la ultima flor que floreció en el mundo, y que se marchito, ahora vení y abrázame un poco, tengo miedo de la oscuridad.
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