9.4.10

(José María Hinojosa. Textos Oníricos)

VI

..]Una multitud de cuerpos míos corrían sobre las olas del Océano Atlántico en busca de un horizonte fijo. Mi cuerpo se multiplicaba en la lejanía y yo, amarrado en la playa a una roca, vomitaba olas y más olas de sangre que llevaban mi verdad roja hasta la negra profundidad de la luz. ¿Dónde comienzo y dónde termino? Esta evocación llevará en sus entrañas la agria arquitectura de una granada del ayo y al final de este desorden matemático encontrará a la estatua de la Libertad iluminando al mundo con sus tinieblas. Mis diez dedos temblorosos rasgan poco a poco las vestiduras negras de este cuerpo de nieve y al tenerlo entre mis manos se derrite con el fuego que brota de mi piel. ¿Será posible la libertad? ¿Será imposible el amor?[..

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